martes, 30 de noviembre de 2010

Mapa

La capitanía de Venezuela fue adscrita al virreinato de la Nueva Granada.
El territorio del Virreinato de la Nueva Granada quedó conformado con la fusión de la Reales Audiencias de Santafé, Quito y la Capitanía de Venezuela. Constituyó inmensa extensión compuesta por las siguientes reparticiones o provincias, ahora integradas:
La Nueva Granada con su capital, Santafé, capital del virreinato y Guayana, Cumaná, Caracas, Mérida, Maracaibo, Riohacha, Santa Marta, Cartagena, Panamá, Veragua, Chocó, Antioquia, Popayán, Quito, Cuenca, Guayaquil, Loja, Jaen, Mainas, Neiva, Mariquita, Santafé, Tunja, Pamplona.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Video 1810

La patria boba

Se conoce como la Patria Boba o que algunos historiadores han recomendado re titular como Primera República, al período de la historia de Colombia comprendido entre las declaraciones de independencia de 1810 y la entrada a Santa Fe de Bogotá de los realistas durante la reconquista española en 1816. Este período fue caracterizado por la inestabilidad política y varias guerras regionales y civiles en una nación en formación y desarrollo en toda la nación. Los Nueva granadinos estaban no contentos con ningún tipo de gobierno causando esta gran  guerra llevándolos a un comienzo mejor dicho aun virreinato.
Profesor super o youtube.com

lunes, 15 de noviembre de 2010

Francisco José De Caldas

Francisco José de Caldas y Tenorio; Popayán, 1768 - Santafé de Bogotá, 1816) Geógrafo y naturalista colombiano. Sin apenas disponer de medios adecuados de trabajo, en las "tinieblas" que rodeaban a América, según su propia expresión, realizó investigaciones y descubrimientos que sorprendieron a hombres tan ilustres como Mutis y Humboldt, de los que fue amigo y compañero.

Francisco José de Caldas
Miembro de la segunda generación de ilustrados hispanoamericanos, Francisco José de Caldas, llamado "el Sabio", mostró desde niño gran interés por las matemáticas, las ciencias físicas y la astronomía. Tras cursar estudios en su tierra natal, se trasladó a Santafé y se graduó como jurista sólo para dar gusto a su familia, pues pronto regresó a Popayán y decidió dedicarse a lo que más le interesaba: la astronomía, las matemáticas y las ciencias físicas.
En 1795 debió dedicarse al comercio de ropas en Quito, La Plata y Timaná, oportunidad que aprovechó para determinar la posición geográfica de los lugares que visitaba y para realizar observaciones de la naturaleza, usos y costumbres de los distintos pueblos. Su equipo de trabajo básico se componía de un barómetro, una brújula y un termómetro. Cuando no conseguía los instrumentos que necesitaba los construía él mismo: fabricó un gnomon, un cuadrante solar y otros instrumentos de medición.
Después de diversos experimentos observó que "la temperatura del agua destilada, en ebullición, es proporcional a la presión atmosférica", nueva ley física que le permitió medir las alturas mediante nuevos procedimientos y que sería utilizada después por Humboldt, quien sorprendentemente se olvidó en este caso del inventor. El denominado hipsómetro, instrumento por él inventado, sirve para medir la altitud de un lugar, observando la temperatura que alcanza en ese sitio el agua cuando empieza a hervir.
En 1801 publicó "La verdadera altura del Cerro de Guadalupe" en el Correo Curioso y Mercantil. Interesado en la botánica, Caldas se había relacionado con el sabio José Celestino Mutis y, a través de éste, con el alemán Alexander von Humboldt, quien preparaba un viaje a Quito. El alemán quedó sorprendido de la precisión de los instrumentos del caucano, pero rechazó su propuesta de acompañarlo en el viaje que proyectaba por América.
Tras permanecer tres años y medio de estudio e investigación en Ecuador, en 1804 Caldas publicó Viaje de Quito a las costas del océano Pacífico por Malbucho y Viaje al corazón de Barnuevo. Al año siguiente se vinculó como astrónomo a la Real Expedición Botánica y fue nombrado director del Observatorio Astronómico de Santafé. El año 1808 fue el más importante de su vida: comenzó la publicación del Semanario del Nuevo Reino de Granada, que posteriormente completaría con las Memorias, donde apareció el grueso de su obra científica. En 1810 se casó con María Manuela Barona.

José María Carbonell

1791-1816) Patriota colombiano. En 1810, en Santa Fe de Bogotá, dirigió la revuelta que dio lugar a la proclamación de la independencia y organizó una junta popular permanente. Víctima de la represión de Morillo, fue ejecutado. Prócer de la Independencia nacido en Santafé de Bogotá, en 1778, muerto en la misma ciudad, el 19 de junio de 1816. Conocido en la historia de la independencia de Colombia como el "chispero de la Revolución", por su acción dinámica y decisiva en los hechos políticos del 20 de julio de 1810, José María Carbonell era hijo de José Carbonell y María Josefa Martínez Valderrama. Recibió sus primeras enseñanzas en el Colegio Mayor de San Bartolomé, y después trabajó con la Expedición Botánica. Influenciado por la Ilustración y el racionalismo cuando las ideas de la modernidad entraron al Nuevo Reino de Granada, precisamente por el camino de la Expedición Botánica, fue nombrado amanuense de la Expedición, bajo las órdenes de Sinforoso Mutis. Era un escribiente u oficial de pluma, y le correspondía copiar lo que se necesitara en las investigaciones de los miembros de la Expedición Botánica, en especial del sobrino de Mutis. Una de las obras que escribió como amanuense fue la Historia de los árboles de la quina, obra póstuma del sabio José Celestino Mutis. El ambiente de libertad y de independencia que se vivía en la Expedición Botánica fue esencial en el pensamiento y la acción del criollo José María Carbonell. El pensaba que lo más importante en el proceso revolucionario era la acción del pueblo, de las clases humildes; ello señala que, según Carbonell, el pueblo era la base única de toda empresa fecunda. El 20 de julio de 1810 fue Carbonell quien movió las masas santafereñas en las horas de la tarde y de la noche. Según los cronistas de esta fecha, los próceres Francisco José de Caldas y José Joaquín Camacho desde el Diario Político, Carbonell realizó una inmensa actividad con los sectores populares: corría de taller en taller, de casa en casa, sacaba gentes y aumentaba la masa. Carbonell atacó La casa de Infiesta; él lo prendió y, a la vez, fue su ángel tutelar para salvarle la vida. Carbonell ponía fuego por su lado al edificio de la tiranía, y nacido con una constitución sensible y enérgica, rayaba en el entusiasmo y se embriagaba con la libertad que renacía entre las manos, decía el Diario Político. En la primera República granadina, Carbonell fue apasionado centralista, siguiendo la tendencia partidista del precursor Antonio Nariño. Se recuerda la escena cuando Carbonell pisoteó públicamente el periódico La Gaceta, órgano de los federalistas, lo cual dio origen a la denominación de "carracos" y "patiadores". Durante la Primera República, Carbonell ocupó diversos cargos: capitán de milicias de infantería, oficial mayor de cajas, contador y tesorero de Hacienda de Cundinamarca. Siempre abogó por la libertad y la independencia; abogó también por una administración más pura, más amplia, liberal, más acorde con las nuevas y necesidades del recientemente conformado Estado nacional. En los años de la reconquista española en el Nuevo Reino de Granada, cuando se instauró el terror y la persecución a los criollos revolucionarios, cayó el chispero de la revolución del 20 de julio de 1810. La reseña que el pacificador Pablo Morillo hizo sobre la participación de Carbonell en la Independencia dice: José María Carbonell. Fue el primer presidente de la Junta tumultuaria que se formó en esta capital, quien puso los grillos al excelentísimo señor virrey Amar, y lo condujo a la cárcel; el principal autor y cabeza del motín, el que sedujo a las revendedoras y a la plebe para insultar a la excelentísima señora virreyna, cuando la pasaban presa de la Enseñanza a la Casa del Divorcio; ministro principal de Tesoro Público; acérrimo perseguidor de los españoles americanos y europeos que defendían al rey, y uno de los hombres más perversos y crueles que se han señalado entre los traidores>,. El 19 de junio de 1816 Carbonell fue ahorcado en la Huerta de Jaime, en Bogotá. Antes de morir hizo al pie del suplicio una plática que enterneció a los patriotas; le dijo al verdugo: Yo te perdono de corazón, que tú no tienes la culpa [Ver tomo l, Historia, pp. 241-242, 251 y 256].

Antonio Morales Galavís

Antonio Morales Galavís había nacido en la actual Bogotá, el 6 de septiembre de 1784, ingresando a estudiar jurisprudencia y letras, graduándose de abogado. Como vimos, hizo parte de los tumultuosos hechos del 20 de julio de 1810 en la capital del virreinato junto a su padre Francisco Morales Fernández, figurando posteriormente en la Junta Suprema como Secretario de la sección de Gracia y Justicia. Cuando la reforma del Supremo gobierno en octubre de 1810, Antonio Morales fue nombrado secretario de la Junta Legislativa.
Cuando el 24 de agosto de 1811 llega el acta de independencia de Caracas, el capitán Antonio Morales y su padre llevaron a la plaza mayor la banda del batallón provincial y docenas de cohetes (voladores) para las fiestas. El 15 de octubre de 1811 parte con una expedición militar de auxilio de Ocaña, luego sabemos de él durante la campaña del Norte con el general Antonio Baraya, quien fuera derrotado por Antonio Nariño.
En Abril de 1816 cuando arribaban a la capital las tropas de Pablo Morillo, Antonio Morales figuraba en Ubaté mandando un escuadrón. Fue en esa población que el señor Francisco de Paula Santander decide retirarse a los llanos en espera de mejores tiempos. Junto a él marcha el señor Antonio Morales.
Para 1818, en Casanare tuvo una destacada actuación el señor Morales, como miembro del estado mayor. Fue designado como diputado al congreso de Angostura, junto con Francisco Antonio Zea y con los coroneles Vegara y Uribe, pero declinó el ofrecimiento.
En 1819 cuando Bolívar y Santander planeaban la última parte del Paso de los Andes, Santander era jefe de la división de vanguardia, siendo el coronel Pedro Fortoul, jefe del Estado Mayor y el Teniente Coronel Antonio Morales, subjefe. Triunfando las tropas libertadoras en Gámeza, el 11 de julio, Morales fue enviado, con el rango de Coronel junto a su homónimo Fortoul para que insurreccionasen las provincias del Socorro y Pamplona.
En 1820, mes de noviembre, parte junto al Teniente Coronel José Moles, a anunciar en Quito los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, que Bolívar había firmado con Morillo, para demarcar la línea divisoria. En ese territorio hubo de cumplir esta delicada labor diplomática, encontrándose con que la Provincia de Guayaquil, dependiente del Perú, no estaba incluida en el armisticio; hubo que esperar hasta el triunfo de Pichincha y la presencia de Bolívar para finiquitar este asunto. En territorio ecuatoriano se convirtió en la mano derecha de Antonio José de Sucre; de la comandancia general de Guayaquil pasó Antonio Morales a la jefatura de Estado Mayor de la División del Sur. En ejercicio de tal cargo combatió en la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822. En 1823 es ascendido a General de Brigada y lo confirmó como Comandante General de Guayaquil.
Dos años más tarde es nombrado Ministro con todo o mucho poder. Cerca del gobierno de Guatemala, gestión que cumplió hasta noviembre de 1829, llegando a Guayaquil en febrero de 1830.
Cuando el Ecuador se independizó de Colombia, don Antonio Morales fue el ministro de guerra del presidente Rocafuerte. Vienen después varios años de los cuales no poseo documentación. Solo sé que hasta 1845 dejó el Ecuador y pasó a radicar se en Panamá, en la población de Penonomé.
El 20 de julio de 1847 fue inscrito como General de la Nueva Granada, comandando las fuerzas militares de Panamá y, en cuyo cargo le sorprendió la muerte el 8 de junio de 1852.


Jorge Tadeo Lozano

Jorge Tadeo Lozano de Peralta y González Manrique, vizconde de Pastrana (Santafé, 30 de enero de 1771 - Santafé, 6 de julio de 1816) fue un naturalista neogranadino que presidió el Colegio Electoral de Cundinamarca y fue primer presidente del recién creado Estado de Cundinamarca.                                                                                                   
 Nació en Bogotá el 30 de enero de 1771, siendo hijo de los marqueses de San Jorge, Jorge Miguel Lozano y María González Manrique. Cursó estudios en la Universidad del Rosario, donde estudió literatura, filosofía y medicina. Luego inició la carrera militar en España, donde hizo parte de la Guardia de corps, en donde alcanzó el grado de capitán. También estudió química entre 1792 y 1793 en el Real Laboratorio de Química de la Corte de Madrid.
Viajó por Europa antes de regresar a la Nueva Granada en 1797, donde fue elegido, regidor y alcalde de Santafé por la Real Audiencia. Contrajo matrimonio con su sobrina María Tadea Lozano e Isasi, hija de su hermano mayor José María.
En 1801 fundó, junto con su primo Luis Azuola y Lozano, el Correo curioso, erudito, económico y mercantil de Santafé de Bogotá. En 1806 fue admitido a la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, dirigida por José Celestino Mutis, para ocuparse primordialmente de investigaciones en el campo de la zoología. Considerado el primer herpetólogo de Colombia, su obra zoológica más importante se tituló «Memoria Sobre las Serpientes», publicada en 1810. También dictó la cátedra de química en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.
Tras la declaración de independencia en 1810, Lozano fue designado presidente del colegio electoral constituyente encargado de redactar una Constitución para el incipiente Estado de Cundinamarca. La corporación se dedicó a la tarea encomendada (25 de enero a 6 de marzo de 1811) y elaboró un proyecto que previó un sistema liberal y representativo. Debatido, recibió sanción el 30 de marzo de 1811).
Lozano resultó elegido primer presidente del nuevo Estado de Cundinarmarca y el primero de abril de 1811 juró su cargo. Pero su mandato fue de corta duración, pues al cabo de pocos meses una conmoción popular alentada por la pluma de Antonio Nariño desde su periódico La Bagatela lo obligó a renunciar (19 de septiembre). Tras su retiro, Lozano se dedicó a sus labores científicas y periodísticas hasta la llegada de Pablo Morillo en 1816. Permaneció prisionero en la que fuera su alma máter, las aulas del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, tomadas como fortaleza militar, por espacio de dos meses, antes de ser ejecutado en 6 de julio de 1816.


Antonio Amador José Nariño y Bernardo Álvarez del Casal

Antonio Amador José Nariño y Bernardo Álvarez del Casal (Santafé, 9 de abril de 1765-Villa de Leyva, 13 de diciembre de 1823). Periodista, político y militar neogranadino de destacada actuación en los albores de la independencia del Virreinato de Nueva Granada. Junto a Pedro Fermín de Vargas, Francisco de Miranda, José Cortés Madariaga y Francisco Antonio de Santacruz y Espejo se le considera precursor de la emancipación de las colonias neogranadinas del Imperio español.
La vida de Antonio Nariño fue larga y accidentada. La traducción y publicación clandestina (al parecer el 15 de diciembre de 1793) de la Declaración de los Derechos del Hombre, incendiario documento originado en Francia cuya circulación había sido prohibida en las colonias españolas por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, lo llevó a prisión en Santafé (29 de agosto de 1794) y posteriormente al exilio como reo de alta traición (30 de octubre de 1795). Aprovechando un descuido a su llegada a Cádiz, escala de un viaje con destino final en África, se dio a la fuga para permanecer por corto tiempo en Europa antes de regresar en secreto a Santafé (abril de 1797), en donde después de un constante acoso a sus familiares por algunos meses convino en entregarse voluntariamente (julio de 1797) al virrey Pedro Mendinueta, confiado en que pronto obtendría su libertad a cambio de la información que ofreció proporcionar. Esta información hacía relación a la conspiración que él con varia gente de socorro y antiguos miembros de la insurrección comunera ocultos en la Provincia de Casanare habían coordinado, y que consistía en derrocar el régimen virreinal apoyando y facilitando la invasión de un ejército británico, que entraría por el río Orinoco, se asentaría en Trinidad en la Provincia de Casanare y desde allí atacaría a Santafé de Bogotá, teniendo en cuenta que las tropas virreinales se ubicaban protegiendo las fronteras en Darién, Caribe y Riohacha, y no había fuerzas significativas que protegieran el flanco oriental de los Llanos.[1] Contra lo que esperaba, se le mantuvo en prisión por varios años hasta cuando finalmente el virrey accedió a mejorar sus condiciones temiendo su próxima muerte y permitió que se trasladara con su familia a una hacienda en inmediaciones de Santafé (mayo de 1803). Allá permaneció en reclusión domiciliaria hasta que en noviembre de 1809 fue nuevamente apresado bajo sospechas de hacer parte de una conspiración contra el gobierno. Remitido a Cartagena, quedó confinado en prisión hasta principios de junio de 1810, cuando la junta provincial de gobierno establecida desde el 22 marzo anterior atendió su solicitud de libertad bajo fianza gracias a las gestiones del comisionado regio Antonio Villavicencio y a la ayuda de su amigo y favorecedor Enrique Somoyar en la consecución de fiadores. En diciembre de 1810, Nariño regresó a Santafé a tiempo para participar en la organización del Congreso de las Provincias de la Nueva Granada que se instaló el día 22 del mismo mes y del que fue designado secretario. En tal condición contribuyó a contener las aspiraciones separatistas de Cartagena.
Mimado por lo más selecto de la sociedad santafereña a la que pertenecía por nacimiento, insuperablemente ilustrado entre sus contemporáneos a través de constantes y variadas lecturas, y siempre en los mejores términos con las autoridades virreinales, Antonio Nariño se encaminó desde muy temprano a actividades políticas que supo combinar con exitosas especulaciones financieras y comerciales que lo llevaron a acumular una fortuna en el transcurso de pocos años. Llevandolo a ser presidente de Cundinamarca.
Achacoso en cuerpo y alma, un Nariño envejecido dejó la capital el 8 de agosto de 1823 en viaje que esta vez no habría de tener regreso. Pasó una temporada en el poblado de Ráquira antes de tomar residencia en la cercana Villa de Leyva desde principios de octubre. Allá murió en diciembre 13 de 1823 y sus despojos recibieron sepultura en esa misma población. Tenía 58 años cumplidos.
         

Antonia Santos

Antonia Santos
Pinchote, Santander, 1782 - Socorro, 1819) Heroína de la independencia colombiana. Su infancia transcurrió en la provincia del Socorro, región que ya en 1781 había vivido el movimiento insurreccional de los Comuneros. En ese ambiente de rebeldía creció Antonia, en el seno de una familia que apoyó abiertamente la causa independentista desde el primer momento. Dedicada desde joven a las labores agrícolas, recibió la rudimentaria educación propia de las mujeres de su tiempo.

Antonia Santos
En esa época se conformaron una serie de grupos guerrilleros para luchar contra los españoles realistas; estas guerrillas combatieron el Régimen del Terror y apoyaron al ejército patriota en la Campaña Libertadora de 1819. Antonia Santos organizó y sostuvo la guerrilla de Coromoro, convirtiendo su hacienda El Hatillo en centro de operaciones del grupo. La actuación de esta guerrilla (liderada por su hermano Fernando Santos, José Gabriel Tobar, Camilo Gaona y José Manuel Ruiz, entre otros cabecillas) fue decisiva para las victorias del Pantano de Vargas y de Boyacá, puesto que impidió el paso de las tropas que iban en ayuda de los españoles.
El 12 de julio de 1816, un destacamento militar español comandado por el capitán Pedro Agustín Vargas se presentó sorpresivamente en la hacienda El Hatillo. Las tropas españolas apresaron a Antonia Santos, su hermano Santiago y otros familiares y sirvientes de la familia, y los trasladaron hasta Socorro, donde fueron encarcelados. Antonia fue sentenciada a muerte el día 16 de julio, y ejecutada el 28 del mismo mes en la plaza pública, junto con los próceres Isidro Bravo y Pascual Becerra. La noticia de su muerte exacerbó aún más los ánimos de los grupos guerrilleros, quienes juraron continuar la lucha en su nombre.

Manuela Saenz

Manuela Sáenz Aispiuru ,nacida en Quito, Ecuador, el 27 de diciembre de 1797; muerta en  Paita, Perú, el 23 de noviembre de 1856 fue una destacada patriota ecuatoriana, además de ser compañera sentimental de Simón Bolívar y reconocida como heroína de la independencia. Es conocida también como Libertadora del Libertador, esto corrobora lo que siempre dice  Mr. Amaya “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”.
Manuelita es también reconocida por tener una recia voluntad y lo  demuestra  participando en la revuelta de Quito el 9 de Agosto de 1809 a los 12años. También a esta edad ella se une a las fuerzas revolucionarias emancipadoras.
En 1814, a los 17 años fue enviada a un convento para que fuera educada como todas las señoritas en Quito. Pero la inquieta personalidad de la heroína no permitiría este reposo, y en poco tiempo se enamoró de Fausto D’elhuyary, con quien huye del convento. Este amor fue bastante inestable y frugale, ya que, en 1817 o 18 (aparecen dos fechas), ella contrajo matrimonio con el médico inglés James Thorne, hombre que le doblaba la edad, pero quien era muy adinerado. Él estaba realmente enamorado de la joven y le perdonó sus infidelidades y sus andanzas políticas.
    Un año después la conflictiva pareja llegó a Lima, donde Manuelita inició frecuentes tertulias revolucionarias. Esa era su vida social. En julio 28 de 1821, Manuelita estuvo allí cuando se declaró la independencia  contra el virrey del Perú y participó de lleno en todo el proceso. Fue debido a sus servicios patriotas y a su valor que se le dio en 1822 la condecoración “Caballero de la Orden del Sol” que en una banda blanca con borla de oro y en una medalla reza “al patriotismo de las más sensibles”.
Al cabo del tiempo en 1822, después de separarse de su marido y en una visita a Quito conoce a Simón Bolívar, en su entrada triunfal a esta ciudad, el 16 de junio de 1822. De allí en adelante se vuelven inseparables, ya que, comparten los mismos ideales de libertad. Ella no solo es una guerrera, lo acompaña en la gesta libertadora de Perú, monta a caballo, supera dificultades, aplaca levantamientos y ayuda permaneciendo en el cuartel general, algunas veces en lima, otras en Trujillo. El amor del libertador crece a la vez que la gesta libertadora y en momento de ausencia escribe con mucho sentimiento cartas a Manuelita  “como esta del 20 de abril de 1825: "Mi bella y buena Manuela: Cada momento estoy pensando en ti y en el destino que te ha tocado. Yo veo que nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y el honor. Lo veo bien, y gimo de tan horrible situación por ti; porque te debes reconciliar con quien no amabas; y yo porque debo separarme de quien idolatro Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo".
En el año 1827 es apresada en Perú y es enviada al destierro, es así como llega a Bogotá y allí llega el libertador y viven en lo que hoy se llama la quinta de Bolívar.
En 1828 con ayuda de Manuela el libertador se salva de un atentado dirigido por Pedro Carrujo. Es allí donde recibe el nombre de Libertadora del libertador, calificativo que le dio el propio Bolívar. En 1830, se encontraba en Guaduas y allí se entera de la muerte de Libertador. Es perseguida, sus bienes son confiscados, no puede regresar a Quito y en  Paita Perú en 1856 contrae difteria, muere y su cuerpo fue cremado para evitar contagio. Su reconocimiento se hace el año 1988, en el cementerio de esa ciudad, al encontrarse en ese lugar la medalla que siempre le acompañó.

Policarpa Salavarrieta

Policarpa Salavarrieta nacida en  Guaduas, 26 de enero de 1795 en Santafé, 14 de noviembre de 1817 fue una heroína de la independencia de Colombia, también conocida como La Pola, actuó como espía de las fuerzas independentistas y murió fusilada en Santafé durante la Reconquista Española.
En 1798 la familia Salavarrieta se trasladó a Santafé de Bogotá, a la parroquia de Santa Bárbara. El padre, la madre y dos hermanos (María Ignacia, la mayor, y Eduardo, el menor) murieron entre agosto y septiembre de 1802, a consecuencia de la epidemia de viruela negra que se extendió por la capital virreinal. Los afligidos hijos y hermanos tuvieron que cerrar la casa, pues estaba infectada, y buscar la forma de sobrevivir: José María y Manuel ingresaron a la comunidad agustina; Ramón y Francisco Antonio se emplearon como peones en una finca ubicada en Tena; la hermana mayor, Catarina, se hizo cargo de los dos menores, Policarpa y Bibiano, y en 1804 se residenciaron nuevamente en Guaduas, en la casa de Margarita Beltrán, hermana de Manuela Beltrán y madrina de Catarina. Al cabo de un tiempo, la mayor de los Salavarrieta contrajo matrimonio con Domingo García y sus dos hermanos fueron a vivir con ella.
La Pola en si es una heroína colombiana y sin ella nunca hubiéramos llegado a lo que hoy podemos llamar Colombia y como cualquier otra mujer o héroe de la patria tiene frases cèlebres que invitan a la reflexión. Algunas de ellas dichas antes de ser fusilada: Pueblo indolente! ¡Cuán diversa sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad!". "Ved que aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más, y no olvidéis este ejemplo”. Otras frases de ella son: "¡Venganza, compatriotas y muerte a los tiranos!", “Vosotros sois los tigres y en breve seréis corderos; hoy os complacéis con los sufrimientos de vuestras inermes víctimas, y en breve, cuando suene la resurrección de la patria, os arrastraréis hasta el barro, como lo tenéis de costumbre." A través de estas simbólicas frases observamos el carácter fuerte y patriótico, de una mujer que tuvo la visión de un país que hoy en día se debate entre la corrupción, la violencia y la falta de conciencia política. Que diferente serìa el país si desde ese entonces hubiera una verdadera libertad.